Hablemos de la Diabetes Gestacional


Se detecta durante las pruebas de glucosa en la sangre que se realizan entre las semanas 24 y 28 de embarazo. Estas pruebas son estándar y son una parte normal del cuidado prenatal. Si el resultado muestra niveles de azúcar en la sangre más altos de lo normal, no entres en pánico. Tu médico te dará orientación y apoyo para manejarlo.
Lo más importante es que no te precipites y que siempre recurras a profesionales, no subestimes ninguna duda o síntoma.
Si te diagnostican diabetes gestacional, no estás sola en esto. Tu equipo de atención médica estará allí para apoyarte. Pueden incluir a tu médico, un nutriólogo y hasta un educador en diabetes. Ellos tienen los conocimientos y herramientas para trabajar contigo para crear un plan de alimentación saludable y, si es necesario, para administrar la insulina u otros medicamentos.
1. Dieta Balanceada: Tu dietista te ayudará a crear un plan de comidas equilibrado para mantener tus niveles de azúcar en la sangre estables. Comer alimentos ricos en fibra y proteínas puede ser especialmente útil.
2. Actividad Física: El ejercicio moderado y regular puede ayudar a tu cuerpo a utilizar mejor la insulina. Habla con tu médico sobre qué tipo de actividades son seguras para ti.
3. Monitorización: Es posible que debas medir tus niveles de azúcar en la sangre en casa. Esto te ayudará a saber cómo tus elecciones alimenticias y de estilo de vida están afectando tus niveles de glucosa.
Es importante mencionar que la diabetes gestacional a pesar de que pudiera parecer abrumadora al principio, debes recordar que es una etapa temporal en tu maternidad. El control adecuado y el seguimiento médico son clave para asegurarte de que tanto tú como tu bebé estén sanos. Una vez que des a luz, es posible que tus niveles de azúcar en la sangre vuelvan a la normalidad.
¡Sigue cuidándote y disfrutando de cada momento de este viaje hermoso y valiente!