- Al principio te sientes felíz cuando no te cierra el pantalón porque creció tu vientre. No tienes complejos con tu pancita, de hecho probablemente por primera y única vez disfrutas con exhibirla.
- Quieres saber TODO sobre el embarazo. Lees libros, ves documentales, buscas información en internet. Toda la información que te interesa consumir tiene que ver con el embarazo.
- Conforme han pasando los meses, te vuelves “más grande” y todos los espacios se vuelven “más pequeños”.
- De pronto empiezas a comer cosas que no solías comer y dejan de gustarte o te producen naúseas tus comidas favoritas.
- A mi me pasaron ambos extremos: insomnio o sueño excesivo. No logras estar despierta o dormida en el momento que debe ser.
- Aparecen los gases; tranquila, no depende de ti, son cosas que no se pueden evitar y la gran mayoría de las mamás les pasa.
- Tus pies se pondrán hinchados, incluso pueden provocarte calambres, nada que un buen masaje y medias de compresión no curen.
- Obvio le sacas provecho a tu estado, es momento de que permitas que te cedan el paso en todos lados y por supuesto desde el día uno podrás usar los estacionamientos para futuras mamás.
- Todo mundo quiere complacer tus antojos y tu estás para dejarte consentir.
- Te rodearás de todos los mitos que te puedas imaginar, por ejemplo, según la intensidad de las naúseas, se puede identificar si el bebé será niño o niña. Algunos dicen que entre más intensas sean, es porque será niña.