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Desmentimos los mitos de la lactancia

Como en todos los temas que conforman la maternidad, la lactancia es uno de los más rodeados de mitos, por eso en este artículo quiero compartir contigo la importancia de la leche materna, pero sobre todo porque no debemos creer en los datos falsos que por años nos han hecho dicho acerca de ella.
Después del parto lo más común es que muchas mamitas experimenten molestias aprendiendo a amamantar. Pero con el apoyo adecuado para posicionar al bebé correctamente, también aseguras que el agarre a tu pecho sea el ideal, y así se pueden evitar los pezones adoloridos. Así que recuerda este podría ser un mito desmentido si recibes la ayuda de un profesional en lactancia e implementas un producto especial para cuidar tus pezones.
Seguramente has escuchado hablar del método canguro, promovido por doctores y enfermeras para permitir a la mamá y al bebé estar “piel con piel” inmediatamente después del parto. Esta práctica es muy importante para tu bebé ya que le ayuda a encontrar y agarrar al seno, intentarlo durante la primera hora después del parto y luego hacerlo con frecuencia, te facilitará la tarea de la lactancia. Por lo que este mito queda desmentido.
Falso. No es necesario lavarse los pezones antes de amamantar. Desde que los bebés nacen están familiarizados con los olores y sonidos de su mamá. Además los pezones de mamá producen una sustancia de bacterias buenas que el bebé huele, lo orienta a encontrar el pezón para pegarse y además de que lo ayudan a desarrollar un sistema inmunológico saludable para toda la vida.
Uno de los más comunes y más falsos. Esta por demás decir que todos los bebés son diferentes, por supuesto habrá unos más apegados que otros, independientemente de cómo los alimenten. La lactancia materna influye en la nutrición del bebé, y el desarrollo de su cerebro. La única parte “cierta” de esta creencia es que los bebés que son amamantados se cargan en brazos con mayor frecuencia que los que no y esto se podría confundir con una tendencia de apego.
Este podríamos categorizarlo como cierto. Pues definitivamente es más fácil a amamantar si lo haces desde la primera hora después del parto porque los reflejos de tu bebé son muy fuertes en ese momento. Pero no te preocupes no es la única oportunidad que tendrás para hacerlo simplemente intenta hacerlo lo antes posible. Recuerda que como en todo, la práctica hace al maestro, el contacto frecuente de piel con piel ayudarán a que la lactancia se facilite.
El ejercicio siempre va a ser saludable, incluso para las mamás en etapa de lactancia. Este mito es totalmente falso, pues no hay evidencia que demuestre que la actividad física pueda afectar el sabor de la leche.
Casi todas las madres producen la cantidad adecuada para su bebé. La producción de leche se rige principalmente por la capacidad del bebé para agarrarse del pecho, la extracción que hagas en cada toma, así como la frecuencia de tu horas de lactancia. Si por cualquier motivo tu cuerpo deja de producir leche no te sientas culpable, pues muchos factores pudieron influir para que eso pasara.

Este mito tiene una parte cierta y una falsa. Es importante que le informes a tu médico que estás amamantando para que el considere que médicamentos son los adecuados. En caso de que tu estes decidiendo tomar algún medicamento, no olvides leer las instrucciones antes de consumirlo.

Lo importante es considerar los horarios y las dósis para que no afecte tu leche y si esto es inevitable, al saberlo podrás decidir una formulación alternativa.

Este al igual que el anterior, tiene un porcentaje de verdad. Pues dependiendo del tipo de enfermedad, se determinará si las madres pueden continuar amamantando cuando están enfermas o no. Lo que suele suceder es que la mamá le pasará a su bebé los anticuerpos que produjo para afrontar la enfermedad, lo que ayudará a su bebé a construir sus propias defensas.

Todas las mamás y los bebés son diferentes y es necesario que poco a poco juntos se llegue a un acuerdo de hasta cuando es conveniente para ambos. No hay pruebas que demuestren que sea más difícil dejar de amamantar después de 1 año, sin embargo sí hay evidencia de que amamantar hasta los 2 años puede llegar a ser beneficioso tanto para las mamás como para los niños.

Este artículo fue inspirado en la información proporcionada por la Dra. Michele Griswold, consultora en lactancia, enfermera registrada, investigadora y defensora de la lactancia, representante de la Asociación Internacional de Consultoría en Lactancia ante el Colectivo Mundial para la Lactancia Materna de la OMS/UNICEF, através de la página web de la UNICEF para brindar a las mamás en esta etapa el apoyo que necesitan para amamantar.

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