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Factores que complican la fertilidad
Hoy quiero platicarles de un tema que es más común de lo que nos imaginamos, y que lamentablemente poco se habla de él; los factores que afectan la fertilidad. Si bien, la fertilidad es una maravilla de la naturaleza también se ha convertido en misterio intrigante para muchas mujeres. Ya sea que estés en medio de tu propio viaje hacia la maternidad, o simplemente sientas curiosidad acerca de cómo funciona el proceso, ¡este blog te va a interesar! Desglosaremos algunos de los factores más comunes que pueden llegar a tener un impacto en esta montaña rusa emocional llamada fertilidad. Uno de los factores más notables que afecta la fertilidad es la edad. Las mujeres nacen con un número finito de óvulos, y a medida que envejecen, la cantidad y calidad de esos óvulos disminuyen. Aunque las tecnologías médicas han avanzado significativa y exitosamente en el campo de la reproducción asistida, si lo que se busca es concebir de manera natural, el reloj biológico todavía juega un papel muy importante. Estos dos por obvias razones pueden influir en nuestra fertilidad. Mantener un peso saludable es fundamental, ya que el exceso o la falta de peso pueden afectar el equilibrio hormonal necesario para la reproducción. Además, hábitos como el consumo excesivo de alcohol, cigarro y el estrés crónico pueden poner obstáculos en el camino de la búsqueda de tu bebé. Como siempre nos han dicho buscar el equilibrio en nuestro estilo de vida en general, dieta, ejercicio y bienestar emocional puede hacer maravillas para nuestra capacidad de concebir. Algunas veces desconocemos ciertas condiciones médicas o genéticas hasta que empezamos en la búsqueda del embarazo. Algunos de los más comunes son los problemas hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que sin duda pueden dificultar la ovulación y por lo tanto la concepción, puede vivir en el cuerpo de la mujer por años sin que ella se de cuenta. Del mismo modo, los hombres también pueden enfrentar desafíos debido a problemas de conteo de esperma o de calidad de este. Si bien este factor podría no estar en nuestras manos, hacer chequeos generales, revisiones ocasionales y atender de forma oportuna a cualquier resultado anormal que se presente, podría evitar mayores complicaciones. Es importante recordar que la ciencia médica sigue avanzando y ofreciendo soluciones y tratamientos que antes parecían imposibles. En un mundo cada vez más industrializado, lo más común es que las sustancias químicas estén presentes en prácticamente todo lo que consumimos y aunque pareciera no tener nada que ver con la fertilidad, la verdad es que ya se ha comprobado que la exposición a ciertos químicos presentes en productos cotidianos podría tener un impacto en la calidad del esperma y de los óvulos. Aunque la investigación aún está en curso, debemos ser conscientes de los productos que utilizamos para cocinar, para maquillarnos, todo lo que le ponemos a nuestro cabello y piel y tratar de reducir la exposición a productos químicos innecesarios en la mayor medida posible. Como mujer es muy común que tengamos una larga lista de cosméticos para nuestra rutina diaria, y es totalmente válido. Mi consejo es que para que lo puedas seguir haciendo sin poner en riesgo tu salud, es que cuides los ingredientes de las marcas que consumes, lee etiquetas y pregunta a profesionales que es lo que más te recomiendan, menciona que te preocupa el tema de la fertilidad y que estás cambiando algunos hábitos para lograr cuidarte. Busca marcas como Mamita Linda, que reduzcan sus fórmulas a ingredientes 100% naturales y amigables con tu cuerpo. Confía en el poder de la naturaleza y no trates de invadir a tu cuerpo con fórmulas mágicas que pueden tener efectos secundarios irreversibles. No subestimes el poder de la mente y las emociones en el viaje de fertilidad. Aunque yo se que es más fácil decirlo que hacerlo, no quería dejar de mencionar este factor. La ansiedad y la depresión pueden afectar los procesos hormonales, y el estrés crónico puede dificultar la concepción. Mantener una actitud positiva, estar en calma y buscar el apoyo emocional cuando sea necesario puede marcar la diferencia. Y recuerda, no te compares con nadie, ¡tu viaje es único y valioso, independientemente del resultado, respétalo y vívelo! En conclusión me gustaría decir que la fertilidad es un proceso completamente personal y único para cada mujer con o sin pareja. Aunque hay factores que pueden influir en nuestra capacidad de concebir, cada cuerpo es diferente y la ciencia continúa avanzando en formas esperanzadoras. Mantener un enfoque equilibrado en la salud, la mentalidad y la comunicación con los profesionales de estos temas, puede allanar el camino hacia el sueño de convertirse en padres.
Aprende másHablemos de la Diabetes Gestacional
Hoy hablaremos de un tema muy importante que puede surgir durante el proceso de la maternidad: la diabetes gestacional. No te preocupes, sé que el nombre puede llegar a asustarte, pero justo en este blog, desglosaremos desde: ¿qué es?, ¿cómo se maneja?, hasta ¿cómo puedes seguir disfrutando de cada momento a pesar de ella?. Es un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo. Sucede cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina, la hormona que regula el azúcar en la sangre, para satisfacer las necesidades que aumentan durante la gestación. Esto puede resultar en niveles elevados de azúcar en la sangre, lo que, si no se controla, puede afectar tanto a la mamá como al bebé. Se detecta durante las pruebas de glucosa en la sangre que se realizan entre las semanas 24 y 28 de embarazo. Estas pruebas son estándar y son una parte normal del cuidado prenatal. Si el resultado muestra niveles de azúcar en la sangre más altos de lo normal, no entres en pánico. Tu médico te dará orientación y apoyo para manejarlo. Lo más importante es que no te precipites y que siempre recurras a profesionales, no subestimes ninguna duda o síntoma. Si te diagnostican diabetes gestacional, no estás sola en esto. Tu equipo de atención médica estará allí para apoyarte. Pueden incluir a tu médico, un nutriólogo y hasta un educador en diabetes. Ellos tienen los conocimientos y herramientas para trabajar contigo para crear un plan de alimentación saludable y, si es necesario, para administrar la insulina u otros medicamentos. 1. Dieta Balanceada: Tu dietista te ayudará a crear un plan de comidas equilibrado para mantener tus niveles de azúcar en la sangre estables. Comer alimentos ricos en fibra y proteínas puede ser especialmente útil. 2. Actividad Física: El ejercicio moderado y regular puede ayudar a tu cuerpo a utilizar mejor la insulina. Habla con tu médico sobre qué tipo de actividades son seguras para ti. 3. Monitorización: Es posible que debas medir tus niveles de azúcar en la sangre en casa. Esto te ayudará a saber cómo tus elecciones alimenticias y de estilo de vida están afectando tus niveles de glucosa. Es importante mencionar que la diabetes gestacional a pesar de que pudiera parecer abrumadora al principio, debes recordar que es una etapa temporal en tu maternidad. El control adecuado y el seguimiento médico son clave para asegurarte de que tanto tú como tu bebé estén sanos. Una vez que des a luz, es posible que tus niveles de azúcar en la sangre vuelvan a la normalidad. ¡Sigue cuidándote y disfrutando de cada momento de este viaje hermoso y valiente!
Aprende másMommy Brain
Hola, mamás, llegó la hora de descubrir si esta teoría que justifica nuestro despite es real o no! Si alguna vez te has encontrado buscando las llaves en tu refrigerador, haz cambiado el nombre de tu perro por el de tu hijo o llevas horas buscando el celular que traes en la mano, es probable que hayas usado el pretexto de toda mamá, el enigmático "Mommy Brain". Pero, ¿qué hay de cierto en esta teoría? En este blog quise adentrarme en este tema para descubrir de una vez por todas si es un mito que nos hace reír o una realidad que todas hemos experimentado. El "Mommy Brain" es ese momento en el que tu memoria y concentración parecen haber tomado un pequeño descanso. Es cuando no logras concentrarte, olvidas todo, cambias palabras, pierdes cosas y sin justificación alguna parece que tu cerebro no da para más. No te sientas mal, hoy descubriremos por qué sucede esto. Realidad: Sí, el "Mommy Brain" tiene bases científicas. Durante el embarazo y después del parto, las hormonas como el estrógeno y la progesterona están en una montaña rusa. Estas hormonas pueden afectar la función cerebral, incluida la memoria y la concentración. Además, la falta de sueño puede añadir un toque extra este deterioro mental. Mito: No, no significa que estés perdiendo la cabeza. Aunque puede ser frustrante, el "Mommy Brain" es temporal. A medida que las hormonas vuelven a la normalidad y el bebé crece, es probable que tu mente también vuelva a su estado natural. Mito: No, no afecta a todas las mamás por igual. Algunas pueden sentir más los efectos del "Mommy Brain" debido a factores hormonales y de estilo de vida, mientras que otras pueden tener menos alteraciones cognitivas. Realidad: Las responsabilidades adicionales de ser mamá pueden dividir la atención y hacer que la multitarea sea un desafío. ¡No es que no puedas manejarlo, es que estás haciendo muchas cosas a la vez! 1. Risas y comprensión: Ríete de tus despistes y recuerda que no eres la única a la que le pasa esto. Casi todas las mamás han estado allí y tienen sus propias historias para contar. 2. Tómate descansos: Descansar es clave. Asegúrate de dormir lo suficiente y darte tiempo para relajarte. Un cerebro descansado funciona mucho mejor. 3. Organización inteligente: Haz listas, programa recordatorios y calendarios para ayudarte a mantenerte al tanto de tus tareas, pendientes y citas. 4. Ejercicios mentales: Realiza ejercicios mentales como crucigramas, rompecabezas y juegos de memoria para mantener tu mente activa. Entonces podemos concluir que el "Mommy Brain" es una parte natural de la maternidad. Y aunque pareciera que de pronto la cabecita no reacciona no debe verse ni juzgarse como un signo de debilidad, es simplemente una etapa temporal que muchas mamás experimentan. A medida que las hormonas se estabilizan y tú y tu bebé encuentran una rutina, verás que tu mente también recupera su claridad. Así que, mamás, disfruten de los momentos despistados, ríete de ellos que pronto se irán y solo te quedarán buenos recuerdos de esta etapa
Aprende más¿Qué hago si mi cicatriz es queloide?
Mamitas hoy quiero hablarles sobre un tema que quizás algunas de ustedes han experimentado: la cicatrización queloide. ¿Qué es eso? Bueno, resulta que cuando tienes una herida, puede suceder que tu cuerpo produzca un exceso de tejido cicatricial, formando una especie de cicatriz abultada que pareciera fuera de control. ¡Y eso es lo que llamamos una cicatriz queloide! La explicación científica detrás de esto sería la siguiente: normalmente, cuando nos lesionamos, nuestro cuerpo produce colágeno para ayudar a sanar la herida. Pero en el caso de las cicatrices queloides, el cuerpo produce demasiado colágeno y se acumula en exceso en la zona afectada. Esto crea esa cicatriz elevada y prominente que ya te expliqué. ¡Es como si el cuerpo exagerara un poco en su intento de reparar la piel! Ahora que ya entendimos qué es, hablemos de lo frustrante que puede llegar a ser tener cicatrización queloide. Incluso a muchas de nosotras podría afectar nuestra autoestima, hacernos sentir incómodas con su apariencia y hasta limitar la ropa que usamos con tal de que no se vea. Un dato curioso acerca de este tipo de cicatrización, es que pueden ser más comunes en ciertas personas. Por ejemplo en piel de apiñonada a morena, o si existe una predisposición genética. Pero, no te preocupes, hay esperanza. Existen diferentes tratamientos y opciones disponibles para combatir este tipo de cicatrices y mejorar su apariencia. Existen diferentes opciones para tratar las cicatrices queloides, pero es importante tener en cuenta como siempre te digo, que cada cuerpo es único y lo que funciona para algunas puede no funcionar para otras. Una opción común es el tratamiento con corticosteroides, ya sea en forma de una inyección directamente en la cicatriz o como una crema que se aplica sobre ella. Los corticosteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y aplanar la cicatriz. Otro tratamiento posible es la terapia con láser. Este procedimiento utiliza diferentes tipos de láseres para vaporizar la capa externa de la cicatriz y estimular la producción de colágeno en la piel circundante, lo que ayuda a suavizar la apariencia de la cicatriz. Además, se pueden utilizar tratamientos con presión, como vendajes de compresión o parches de silicona, para aplicar presión constante sobre la cicatriz y reducir su tamaño. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas quirúrgicas para eliminar la cicatriz queloidal, pero es importante tener en cuenta que esto puede conllevar el riesgo de que la cicatriz vuelva a crecer. También se han explorado tratamientos alternativos como la crioterapia o la radioterapia, pero su eficacia y seguridad aún no están completamente establecidas, por lo que no es lo que yo más recomiendo. Es importante destacar que siempre es recomendable consultar a un dermatólogo especializado en cicatrices queloides para determinar el mejor tratamiento para cada caso específico. En Mamita Linda hemos diseñado Un sistema de dos pasos pues en nuestra investigación sobre cicatrices aprendimos que el tejido de la cicatriz pasa justamente por un proceso. Está enfocado en ablandar, suavizar y consolidar la cicatriz. Se aplica con un masaje firme como si quisieras aplastar la cicatriz. Así ayudas a que la cicatriz quede finita, plana y que por dentro no se forme tejido fibroso. Este paso es más estético, es una crema que se aplica masajeando enfocada en disminuir la apariencia de la cicatriz. En que la piel recupere el color más rápido, quede menos rojita, más sutil. Lo mejor de todo es que sus ingredientes son 100% naturales lo que lo vuelve un tratamiento seguro y amigable con cualquier cicatriz, incluso si está ya es de tiempo atrás. Por último recuerda que como en todo proceso lo importante es ser paciente y constante. La cicatrización queloide toma tiempo en desvanecerse por completo, así que no te desesperes si no ves resultados inmediatos. Sigue las recomendaciones de tu médico al pie de la letra y date tiempo para que los tratamientos surtan efecto. Recuerda que tener una cicatriz queloide no tiene porque hacerte sentir fea. Eres hermosa y única. No dejes que esto opaque quien eres, del un significado positivo a tu cicatriz para que la logres ver con agradecimiento y amor mientras está logra sanar por completo.
Aprende másVentajas y desventajas de usar faja en el postparto
Además de la revolución de sentimientos que estas viviendo, estás pensando en qué pasará con tu cuerpo, ¿volverá a ser el mismo de antes? ¿qué debes y qué no debes hacer? ¿si regresar al ejercicio? ¿si untarte cremas o ponerte fajas?... justo por que a mi también me invadieron estas dudas quiero compartir contigo mi punto de vista (¡ojo! personal no profesional) acerca del uso de las fajas postparto. Todas las mamitas recién paridas lo primero que se preguntan es si será bueno usar faja postparto, cuál es la mejor y a partir de cuándo deben empezar a ponérsela. Así que vayamos resolviendo una por una estas preguntas. Después del embarazo, la mayoría de las mamás empezamos con el proyecto “recuperar la figura” y nos dedicamos a buscar distintas formas para lograrlo, entre ellas las famosas fajas. Algunas personas creen que las fajas post parto pueden proporcionar apoyo abdominal y ayudar a reducir la hinchazón. Sin embargo, algunos profesionales de la salud advierten que el uso de una faja puede retrasar la recuperación muscular y afectar la respiración adecuada. Es importante aclarar, que a pesar de los consejos que yo te pueda dar, o lo que puedas consultar en internet o con tus amigas, al final del día la decisión de usar una faja postparto es personal y depende de cada mujer. Lo que yo si te recomendaría es que siempre antes de decidir cualquier cosa, lo consultes con tu médico para obtener más información y tomar decisiones convenientes para tu tipo de cuerpo, tu caso de recuperación y cicatrización, tu tipo de piel, y tu estado de salud. Recuerda que cada cuerpo y cada embarazo son únicos y hay que tratarlos como tal. Definitivamente es un tema interesante pero muy controversial. Algunas mujeres juran por ellas y dicen que los beneficios son enormes, mientras que otras sostienen que son una pérdida de tiempo y potencialmente peligrosas. ¿Es bueno usar una faja postparto? Yo te diría ¡claro que sí! Usar una faja postparto puede ser muy beneficioso para tu postparto. En primer lugar, una faja postparto ofrece un excelente soporte para los músculos abdominales, ya que después del embarazo y el parto, estos músculos pueden debilitarse y estirarse. La faja ayuda a comprimir y sostener el área abdominal, lo que ayuda a que los músculos se fortalezcan y vuelvan a su lugar. Además, la faja postparto puede ayudar a mejorar la postura. Después del embarazo, es común que las mujeres adopten una postura encorvada debido al peso adicional que cargaron durante nueve meses. Usando la faja, sentirás un soporte adicional a la espalda y la columna vertebral, lo que te ayudrá a corregir la postura y prevenir dolores de espalda. Otro beneficio de usar una faja postparto es que ayuda a reducir la hinchazón y la retención de líquidos. Después del parto, es normal que experimentemos hinchazón en el área abdominal y en los pies. La faja tiene como una de sus funciones comprimir, lo que indirectamente ayuda a mejorar la circulación y reducir la inflamación. Ahora bien, hablemos de los riesgos. Algunos médicos advierten que el uso prolongado de fajas postparto puede debilitar los músculos abdominales, ya que estos se vuelven dependientes de la compresión de la faja en lugar de fortalecerse por sí mismos. Además, si se usan de forma incorrecta o demasiado apretadas, las fajas pueden interferir con la circulación sanguínea y dificultar la recuperación de una cesárea o de otros procedimientos quirúrgicos. Otro punto que debes tomar en cuenta es que el uso constante de estas fajas puede afectar la capacidad de los músculos abdominales de involucrarse en su función natural, lo que puede llevar aa problemas digestivos y de respiración En resumen, usar una faja postparto puede ser beneficioso para fortalecer los músculos abdominales, mejorar la postura y reducir la hinchazón. Sin embargo, es importante recordar que cada cuerpo es diferente y consultar con un profesional de la salud si tienes alguna preocupación o condición específica antes de usar una faja postparto, es una decisión personal. Como cualquier otra medida, existen sus pros y contras. Pueden ser útiles para algunas mujeres en términos de apoyo y ayuda para recuperar la figura, pero es importante usarlas de forma adecuada y bajo la supervisión de un médico. Además, cada mujer es diferente, por lo que es importante escuchar a tu cuerpo y tomar la decisión adecuada para ti. Te recomiendo consultar a tu médico antes de tomar cualquier decisión y tener presente que tu salud es lo más importante. Se paciente contigo, tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse por sí solo y adaptarse a su nueva forma. ¡Eres increíblemente fuerte y capaz de volver a lucir esa figura que tenías antes! Enfoca tu energía en mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente. No te preocupes si no puedes hacerlo todo de una vez, cada pequeño esfuerzo cuenta. Ponte metas alcanzables y disfruta del proceso de volver a tu mejor versión. Recuerda también que el postparto es un momento hermoso y especial en tu vida. No te obsesiones con tu apariencia física. En cambio, concéntrate en disfrutar de tu bebé y cuidar de ti misma. El amor y cuidado que le das a tu pequeño es mucho más importante que cualquier talla o curvita extra. Mientras esto pasa, celebremos nuestros cuerpos tal como son. Aprendamos a verlos como testigos y portadores de una vida maravillosa. ¡Y eso, es lo más bonito que podríamos llevar puesto!
Aprende más10 Cosas que no debes de hacer si estas embarazada
Hola Mamita Linda, si te acabas de enterar que estas embarazada, este artículo es para ti. Te comparto lo que puedes y no puedes hacer en este estado, según mis experiencias. Me gustaría empezar por decirte que a pesar de que el embarazo es una condición en la que debemos extremar cuidados, lo cierto es que no una enfermedad, por lo tanto no debemos portarnos ni permitir que nos traten como tal, a menos que tengas alguna situación específica o que tu médico te indique que debes guardar reposo o tener ciertas precauciones. Estar embarazada es emocionante, pero muy transformador en la vida de una mujer. Todo en nosotras cambia, nuestro cuerpo, nuestras hormonas, nuestros ciclos, nuestros horarios, nuestros antojos y nuestras emociones y sentimientos se pontencializan a tope, por estos y algunos otros motivos, te comparto algunas actividades y comportamientos pueden suponer riesgos tanto para ti como mamá como para tu bebé. Estas son las 10 cosas que yo evité durante mis embarazos para asegurar una gestación saludable: 1. Fumar (pasiva y activamente) Fumar durante el embarazo puede tener graves consecuencias tanto para la mamá como para el bebé. Aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y problemas de desarrollo. Además, la exposición, es decir ser fumador pasivo, puede tener efectos nocivos muy similares. Es fundamental que las mujeres embarazadas eviten fumar y se mantengan alejadas de los ambientes en los que se fuma. 2. Beber alcohol El consumo de alcohol durante el embarazo está totalmente desaconsejado. Puede provocar el síndrome alcohólico fetal, una enfermedad que causa anomalías físicas y cognitivas en los recién nacidos. Lo más seguro es evitar por completo el alcohol durante el embarazo, aunque si tu médico te lo permite, te dirá que tipo de bebidas y en que cantidades puedes tomarlas. 3. Comer alimentos crudos Para prevenir el riesgo de las enfermedades transmitidas por los alimentos, como la salmonela, es importante que las embarazadas eviten consumir alimentos crudos o poco cocinados. Yo sobretodo evité los mariscos crudos, los huevos poco cocinados y los productos lácteos sin pasteurizar. Estos alimentos son conocidos por que pueden llegar a tener bacterias nocivas que pueden ser peligrosas tanto para ti como para tu bebé, además debes tener presente que en tu estado difícilmente habrá medicamentos permitidos para tratar una infección tan fuerte como la que estos alimentos pueden provocar. 4. Tomar medicamentos sin consultar Ciertos medicamentos pueden ser perjudiciales para el bebé. Es fundamental que si estás embarazada consultes con tu Dr. o Dra. Cualquier duda antes de tomar cualquier medicamento, incluso los de venta libre y los suplementos a base de hierbas. 5. Ejercicios de alto impacto Aunque mantenerse activa siempre es beneficioso, es importante elegir ejercicios que sean seguros tanto para la mamá como para el bebé. Deben evitarse las actividades que impliquen un alto riesgo de caídas o que sean de alto impacto. Yo te recomiendo que optes por ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o practicar yoga prenatal. 6. Levantar objetos pesados El embarazo de por si ya sobrecarga al cuerpo de la mamá, por lo que levantar objetos pesados puede agravar la situación. Lo mejor es evitarlo, en caso de que sea muy necesario, recuerda utilizar las técnicas de levantamiento adecuadas y/o pedir ayuda. 7. Consumo excesivo de cafeína Aunque una cantidad moderada de cafeína suele considerarse segura durante el embarazo, es importante que nos limitemos, pues los niveles elevados de cafeína se han relacionado con un mayor riesgo de aborto espontáneo y/o bajo peso al nacer. Según mi doctora lo aconsajable en mi caso en específico eran menos de 200 miligramos al día, lo que equivale aproximadamente a una taza de café. Consulta con tu doctor cual es la cantidad ideal para ti y tu bebé. 8. Bañeras de hidromasaje y saunas Aunque morirás de ganas por irte a relajar a un jacuzzi o tomar un baño con hidromasaje delicioso en tu bañera, lo cierto es que si estas embarazada debes evitar los jacuzzis, las saunas y otras fuentes de calor excesivo, ya que una temperatura corporal elevada puede ser perjudicial para tu presión y tu bebé. 9. Exposición a sustancias químicas tóxicas Debes evitar en lo posible la exposición a sustancias químicas tóxicas. Muchas veces no sabemos que debemos evitar incluso los productos de limpieza, pesticidas y algunos productos de belleza. Si por culalquier motivo no puedes evitar la exposición, asegúrate de usar guantes, mascarillas y una ventilación adecuada para minimizar los riesgos. 10. Estrés y trastornos emocionales El embarazo puede ser un periodo emocional y físicamente exigente. Es importante que le des prioridad a tu salud mental y tu bienestar. Evita situaciones estresantes, busca el apoyo de tus seres queridos y practica técnicas de relajación como la meditación o el ejercicio suave, en mi caso me ayudo a mantener los niveles de estrés bajo control. Recuerda que cada embarazo es único, por lo que es esencial consultar a un profesional para obtener asesoramiento personalizado y orientación sobre qué evitar y que no según tu embarazo en particular. Estas simplemente son actividades que yo evité y que me mantuvieron sana a mi y a mis bebés. Espero que te sean de ayuda.
Aprende másTips para pies cansados
Estoy segura que no soy la única mamita embarazada que ha terminando el día con los pies cansados y adoloridos. Gran parte de mi primer embarazo fue muy pesada por el cansancio acumulado en mis piernas y unos pies tan hinchados que ningunos zapatos me quedaban. Como no quería que me pasará con mi segundo hijo, aprendí varios tips que me fueron de gran utilidad y ahora los quiero compartir contigo. Así que levanta los pies, y ¡empieza a leerme! Un tina con agua caliente puede hacer maravillas con los pies cansados. Llena un recipiente con agua tibia y añade unas gotas de tu aceite esencial favorito para relajarte. Sumerge los pies durante 15-20 minutos y siente cómo desaparece el estrés. ¡Créeme, ¡tus pies te lo agradecerán! Justo después de ese baño, date un masaje o pídele a tu pareja que te lo regale, te aconsejo que empieces desde las puntas de los dedos hasta tus muslos. Yo usé mi gel refrescante Amazona pues su fórmula me ayuda a relajar, deshinchar y activar la circulación. Como tip extra si tienes una pelota de tenis o un rodillo para pies úsalo en el pie hacia delante y hacia atrás, concentrándote en el arco y el talón, aplicando suave presión y verás el alivio. Después de un largo día, llega a tu cama y eleva los pies para reducir la hinchazón y mejorar el flujo sanguíneo. Si este ángulo te resulta incómodo, intenta ponerte unos cojines debajo de tus pies únicamente para activar y estimular la circulación. Si por tu trabajo o actividades pasas mucho tiempo de pie, es esencial que programes descansos regulares en los que camines despacio y estires pies y piernas. Yo te recomiendo hacerlos cada dos horas, estoy segura que notarás como reduce la fatiga y el dolor de pies. Recuerda que tus pies serán tu sostén toda la vida literalmente, por lo que cuidarlos debe ser parte de tus hábitos, con mayor motivo durante el embarazo, que tu peso será diferente y la carga para también. Estoy segura que siguiendo estos consejos, podrás aliviar las molestias, mejorar la salud de tus pies y mantenerlos felices durante todo el día y todo el embarazo. Así que ahora que ya los conoces, cuida de tus pies cansados, ¡y ellos te llevarán a donde quieras ir!
Aprende másDesmentimos los mitos de la lactancia
Como en todos los temas que conforman la maternidad, la lactancia es uno de los más rodeados de mitos, por eso en este artículo quiero compartir contigo la importancia de la leche materna, pero sobre todo porque no debemos creer en los datos falsos que por años nos han hecho dicho acerca de ella. Después del parto lo más común es que muchas mamitas experimenten molestias aprendiendo a amamantar. Pero con el apoyo adecuado para posicionar al bebé correctamente, también aseguras que el agarre a tu pecho sea el ideal, y así se pueden evitar los pezones adoloridos. Así que recuerda este podría ser un mito desmentido si recibes la ayuda de un profesional en lactancia e implementas un producto especial para cuidar tus pezones. Seguramente has escuchado hablar del método canguro, promovido por doctores y enfermeras para permitir a la mamá y al bebé estar “piel con piel” inmediatamente después del parto. Esta práctica es muy importante para tu bebé ya que le ayuda a encontrar y agarrar al seno, intentarlo durante la primera hora después del parto y luego hacerlo con frecuencia, te facilitará la tarea de la lactancia. Por lo que este mito queda desmentido. Falso. No es necesario lavarse los pezones antes de amamantar. Desde que los bebés nacen están familiarizados con los olores y sonidos de su mamá. Además los pezones de mamá producen una sustancia de bacterias buenas que el bebé huele, lo orienta a encontrar el pezón para pegarse y además de que lo ayudan a desarrollar un sistema inmunológico saludable para toda la vida. Uno de los más comunes y más falsos. Esta por demás decir que todos los bebés son diferentes, por supuesto habrá unos más apegados que otros, independientemente de cómo los alimenten. La lactancia materna influye en la nutrición del bebé, y el desarrollo de su cerebro. La única parte “cierta” de esta creencia es que los bebés que son amamantados se cargan en brazos con mayor frecuencia que los que no y esto se podría confundir con una tendencia de apego. Este podríamos categorizarlo como cierto. Pues definitivamente es más fácil a amamantar si lo haces desde la primera hora después del parto porque los reflejos de tu bebé son muy fuertes en ese momento. Pero no te preocupes no es la única oportunidad que tendrás para hacerlo simplemente intenta hacerlo lo antes posible. Recuerda que como en todo, la práctica hace al maestro, el contacto frecuente de piel con piel ayudarán a que la lactancia se facilite. El ejercicio siempre va a ser saludable, incluso para las mamás en etapa de lactancia. Este mito es totalmente falso, pues no hay evidencia que demuestre que la actividad física pueda afectar el sabor de la leche. Casi todas las madres producen la cantidad adecuada para su bebé. La producción de leche se rige principalmente por la capacidad del bebé para agarrarse del pecho, la extracción que hagas en cada toma, así como la frecuencia de tu horas de lactancia. Si por cualquier motivo tu cuerpo deja de producir leche no te sientas culpable, pues muchos factores pudieron influir para que eso pasara. Este mito tiene una parte cierta y una falsa. Es importante que le informes a tu médico que estás amamantando para que el considere que médicamentos son los adecuados. En caso de que tu estes decidiendo tomar algún medicamento, no olvides leer las instrucciones antes de consumirlo. Lo importante es considerar los horarios y las dósis para que no afecte tu leche y si esto es inevitable, al saberlo podrás decidir una formulación alternativa. Este al igual que el anterior, tiene un porcentaje de verdad. Pues dependiendo del tipo de enfermedad, se determinará si las madres pueden continuar amamantando cuando están enfermas o no. Lo que suele suceder es que la mamá le pasará a su bebé los anticuerpos que produjo para afrontar la enfermedad, lo que ayudará a su bebé a construir sus propias defensas. Todas las mamás y los bebés son diferentes y es necesario que poco a poco juntos se llegue a un acuerdo de hasta cuando es conveniente para ambos. No hay pruebas que demuestren que sea más difícil dejar de amamantar después de 1 año, sin embargo sí hay evidencia de que amamantar hasta los 2 años puede llegar a ser beneficioso tanto para las mamás como para los niños. Este artículo fue inspirado en la información proporcionada por la Dra. Michele Griswold, consultora en lactancia, enfermera registrada, investigadora y defensora de la lactancia, representante de la Asociación Internacional de Consultoría en Lactancia ante el Colectivo Mundial para la Lactancia Materna de la OMS/UNICEF, através de la página web de la UNICEF para brindar a las mamás en esta etapa el apoyo que necesitan para amamantar.
Aprende másCosas curiosas que te pasan en el embarazo
Platicando con amigas que están embarazadas e incluso con las que ya dieron a luz, nos dimos cuenta de un sinfín de curiosidades que nos empiezan a pasar desde el momento en el que nos enteramos que estamos embarazadas. No todos los cambios son meramente físicos, a pesar de que son los más evidentes y por supuesto sumamente importantes durante esta etapa, concluimos que hay cambios en nuestra rutina, en nuestro estado de ánimo, en nuestro entorno, intereses, gustos, antojos, amistades, actividades, en fin, toda tu vida cambia desde que te enteras que serás mamá. Te platico un poco de lo que he observado y experimentado en mis embarazos: Al principio te sientes felíz cuando no te cierra el pantalón porque creció tu vientre. No tienes complejos con tu pancita, de hecho probablemente por primera y única vez disfrutas con exhibirla. Quieres saber TODO sobre el embarazo. Lees libros, ves documentales, buscas información en internet. Toda la información que te interesa consumir tiene que ver con el embarazo. Conforme han pasando los meses, te vuelves “más grande” y todos los espacios se vuelven “más pequeños”. De pronto empiezas a comer cosas que no solías comer y dejan de gustarte o te producen naúseas tus comidas favoritas. A mi me pasaron ambos extremos: insomnio o sueño excesivo. No logras estar despierta o dormida en el momento que debe ser. Aparecen los gases; tranquila, no depende de ti, son cosas que no se pueden evitar y la gran mayoría de las mamás les pasa. Tus pies se pondrán hinchados, incluso pueden provocarte calambres, nada que un buen masaje y medias de compresión no curen. Obvio le sacas provecho a tu estado, es momento de que permitas que te cedan el paso en todos lados y por supuesto desde el día uno podrás usar los estacionamientos para futuras mamás. Todo mundo quiere complacer tus antojos y tu estás para dejarte consentir. Te rodearás de todos los mitos que te puedas imaginar, por ejemplo, según la intensidad de las naúseas, se puede identificar si el bebé será niño o niña. Algunos dicen que entre más intensas sean, es porque será niña. Estas son algunas de las curiosidades que yo viví durante mis embarazos.
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