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Nutrición en el embarazo
¿Sabías que durante el embarazo se necesitan alrededor de 300 calorías adicionales por día para que sea saludable? Es importante decir que estas calorías extras deben obtenerse de una dieta equilibrada y no únicamente de proporciones más grandes de comida en general Además mantener el balance en la dieta del embarazo ayudará a reducir algunos síntomas, como las náuseas ,cansancio excesivo y estreñimiento. Llevar tu alimentación de la mano de un profesional y sobretodo que tenga conocimiento de tu embarazo, para que atienda específicamente tus necesidades y las de tu bebé. La Academia de Nutrición y Dietética recomienda tomar en cuenta los siguientes aspectos para llevar de forma saludable los cambios en tu cuerpo y sobretodo para asegurar el bienestar del bebé: Aumentar la cantidad adecuada de peso Seguir una dieta equilibrada Hacer ejercicio con regularidad Tomar vitaminas y minerales, según te lo indique tu doctor Mantenerse hidratada sobretodo de agua natural Evitar la cafeína y los endulzantes artificiales No beber alcohol durante el embarazo Evitar leche no pasteurizada y derivados Evitar el consumo de embutidos, a menos que estén bien cocidos y calientes antes de servirlos Evitar mariscos sobretodo crudos Lava muy bien tus alimentos. Enjuaga bien con agua todos los productos crudos antes de comerlos, cortarlos o cocinarlos. Evita en tus comidas el huevo o la carne crudos o poco cocidos. Enfría o refrigera adecuadamente todos los alimentos perecederos. Estas medidas te ayudarán a disminuir las probabilidades de contraer alguna enfermedad, que es lo mejor, considerando que tu bebé se alimenta de ti y que por tu estado es difícil encontrar algún medicamento que puedas consumir sin ningún riesgo El ácido fólico es uno de los suplementos más comunes en la etapa del embarazo. Pero en ¿qué etapa es importante empezar a consumirlo? El Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos recomienda que todas las mujeres en edad fértil consuman 400 microgramos de ácido fólico todos los días. Este es un nutriente que se encuentra en algunas verduras de hoja verde, la mayoría de las bayas, frutos secos, frijoles, cítricos, cereales fortificados y algunos suplementos vitamínicos. Tomarlo puede ayudar a reducir el riesgo de que el bebé tenga anomalías congénitas mejor conocidas como defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal. Estos defectos pueden producir diversos grados de parálisis, incontinencia y/o discapacidad intelectual. El ácido fólico es especialmente útil durante los primeros 28 días después de la concepción, ya que es justo en este período es cuando se produce la mayoría de los defectos de los que hemos hablado anteriormente. Lamentablemente, muchas mujeres no se dan cuenta de que están embarazadas antes de los 28 días, así que la recomendación es que dentro de lo posible, debes empezar a consumir ácido fólico desde antes de la concepción y continuar durante todo el embarazo Tu doctor, es el que debe indicarte la cantidad adecuada de ácido fólico ideal para ti. Recuerda que como su nombre lo dice, este y algunos otros suplementos son únicamente un acompañamiento de tu dieta y no su reemplazo. Consultar a tu médico siempre debe ser prioridad antes de consumir cualquier medicamento o alimento.
Aprende másRutina de sueño para tu bebé
El sueño es un factor que puede determinar el estado de ánimo, de salud y hasta físico. Por lo que, enseñarle una buena rutina a tu bebé desde que nace es primordial, sólo así evitarás que el momento de ir a dormir se convierta en una lucha de desesperación y frustración. 1. Establece horarios fijos desde que sales del hospital, ya que solo así crecerá con la habilidad de dormir bien, según los expertos del sueño. 2. Haz uso del ruido blanco o white noise (es una mezcla aleatoria de todas las frecuencias de sonido) te ayudará a profundizar el sueño de tu bebé, gracias a que aisla sonidos externos. 3. Envuélvelo completamente del cuerpo, como “taquito” sobretodo cuando esté entre cero y seis meses de edad sentirá como si estuviera en tu vientre. Sólo cuida que esté respirando bien para saber que no lo apretaste demasiado. 4. Dale al bebé un baño muy relajante antes de dormir, así su cuerpo sabrá que se preparará para descansar. Puedes acompañar el momento con música clásica. 5. Dale un masaje con crema en todo el cuerpo para ayudar a relajar cada músculo de su cuerpo. 6. Evita asociar la comida con la hora de dormir. El hábito de comer para dormir no lo deja tener un descanso por sí solo, porque siempre querrá el vaso de leche o de chocolate antes de dormir y, eso no es lo ideal a ninguna edad. Mide tiempos para que su estómago no esté vacío, pero que no coma minutos antes de dormir. 7. Acuéstalo despierto, es decir, no esperes a que esté completamente dormido en tus brazos para acomodarlo en su cama. Mejor, cuando veas que se frota los ojos o bosteza, ponlo sobre la cama para que aprenda a dormir solo y no dependa de tus brazos. 8. Una vez que sea mayor de 5 meses, dale un objeto de seguridad, explícale que ese muñeco de peluche, esa franela o manta le ayudará a dormir. 9. Cuida la temperatura del cuarto. Lo ideal es que esté entre 17 y 20 grados centígrados. 10. Oscurece la habitación donde descansa tu bebé. No importa el horario en el que duerma, la oscuridad genera melatonina, la hormona del sueño, y esto ayudará a que se duerma más rápido y no tenga tantas interrupciones en el sueño. 11. ¡Cuida que tome sus siestas! Dentro de las rutinas del sueño se encuentran las siestas, que están totalmente permitidas. Vas a amar esos momentos del día en los que tu hijo se duerme hasta por hora y media, y cuando despierta, lo hace súper contento. El sueño es fundamental para el desarrollo de tu pequeño, ya que, en esos momentos de descanso, se produce la hormona del crecimiento. Es decir, en el sueño el bebé se desarrolla física, cognitiva y emocionalmente. Ahora que ya sabes las bases de una rutina saludable de sueño, empieza a aplicar estos consejos. Y recuerda que es totalmente válido pedir ayuda, busca asesorarte con un sleep coach.
Aprende más¿Cómo extraer y conservar la leche materna?
Sabemos que la lactancia es uno de los temas más importantes tanto para ti como mamá como para tu bebé. Es bien sabido que el hecho de que tu amamantes a tu bebé, supone múltiples beneficios ambos. Para tu bebé es una de sus primeras formas de desarrollar su sistema inmunológico, e incluso hasta prevenir sus primeras alergias. Por diferentes razones, el acto de amamantar puede que no siempre siempre sea una tarea naturalmente fácil para algunas mamás, por y para ellas es que la extracción de leche materna se ha convertido una excelente alternativa para alimentar al bebé. Además de ser una buena opción para cuando las mamás necesitan despegarse de su bebé por cuestión de trabajo, viajes, compromisos o incluso de complicaciones en su recuperación. ¿Cómo extraer leche materna? Primero que nada es importante que sepas que este proceso puede ser de forma manual o con ayuda de un “saca leche”. Ahora que ya decidiste cuál será tu proceso, es necesario que laves muy bien tus manos. Si lo harás de forma manual, aquí te decimos en forma general como hacerlo. Debes masajear el pecho con las puntas de los dedos hacia la areola y colocarlos sobre el pezón en forma de C. Posteriormente, haces presión hacia las paredes del seno y repites este movimiento hasta lograr la extracción. Por otro lado si decidiste utilizar un extractor, puedes optar por los de succión eléctrica o manual. Lo primero es escoger la copa adecuada, para comprar tu medida ideal, debes medir el pezón de extremo a extremo y sumarle unos 2 milímetros. Una vez que tengas tu equipo en casa, deberás presionar la parte superior o lateral del pecho para un mejor ajuste. Lo mejor de estos equipos es que ellos se encargan de hacer todo el trabajo, lo único que deberás hacer al finalizar la extracción es asegurarte manualmente de que has terminado el proceso con ambos pechos. Te recomendamos que para que la extracción sea más cómoda para ti, te encuentres sentada en una posición y sillón cómodos. ¿Cómo conservar la leche materna? Seguramente ya investigaste qué es lo que hace tan especial a la leche materna, entonces ya sabrás que esta posee anticuerpos que protegen al bebé de enfermedades, le proporciona proteínas, vitaminas y minerales para su crecimiento y desarrollo. ·Y si a todo esto, le sumas que no para todas es tan sencillo juntar la onza de cada comida, la leche materna es un tesoro, cada gota cuenta. Por ello, es importante aprender cómo conservarla. Te recomendamos que utilices envases que previamente hayan sido lavados con agua caliente y jabón. Trata de etiquetar los recipientes con la cantidad que contiene y la fecha de extracción; Así puedes irla usando según la fecha más antigua. Para evitar su desperdicio, debes almacenarla en pequeñas porciones. Asegúrate de cerrar perfectamente el envase luego de introducir la leche. Evita tocar el interior del recipiente para prevenir la contaminación de la leche o el intercambio de bacterias. Si tu cuerpo comienza a presentar molestias, cortadas, dolores, inflamación o simplemente la desaparición de tu leche, primero que nada consulta siempre a tu doctor y asegúrate de tener y usar los productos indicados. Y ten presente que a pesar de la importancia de la lactancia para los vínculos entre tú y tu bebé, cada cuerpo es distinto. Trata de olvidarte de las creencias y mitos que giran en torno a este tema. Reconoce tu situación, y si en tu caso, tienes limitaciones para amamantar, o debes regresar a tu trabajo, etc., aprovecha las alternativas que actualmente existen para poder seguirle ofreciendo una sana nutrición a tu bebé.
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