Durante la lactancia, tu cuerpo pasa por múltiples cambios, algunos esperados… y otros que pueden causar sorpresa o incluso preocupación. Uno de ellos son los bultos o puntitos alrededor del pezón, también conocidos como glándulas de Montgomery.
¿Qué son las glándulas de Montgomery?
Son pequeñas glándulas sebáceas ubicadas alrededor de la areola (la zona más oscura del pezón).
Su función es lubricar, proteger y mantener la piel del pezón sana durante la lactancia. También emiten una ligera fragancia que ayuda a guiar al bebé al pecho —sí, ¡la naturaleza es maravillosa!
Estas glándulas pueden volverse más visibles o parecer pequeños bultos, especialmente:
- Durante el embarazo
- En la lactancia activa
- En momentos de congestión mamaria
- O cuando hay estimulación hormonal
En la mayoría de los casos, no son dolorosas ni peligrosas.
¿Cuándo es normal y cuándo no?
Es completamente normal que las glándulas de Montgomery se inflamen levemente, especialmente si estás produciendo más leche o si hay acumulación.
Sin embargo, si notas que uno de esos bultitos:
- Duele al tacto
- Se enrojece mucho
- Se pone caliente o produce secreción
- Aumenta de tamaño rápidamente
Podría tratarse de una obstrucción o inicio de infección (mastitis). En ese caso, es importante consultar con tu especialista en lactancia o médico.
¿Cómo cuidar la zona del pezón durante la lactancia?
La piel del pezón es delicada y trabaja muchísimo. Por eso, el cuidado preventivo y reparador hace toda la diferencia.
Con Mamita Linda, te acompañamos con dos aliados clave:
Nuestro bálsamo ayuda a:
- Aliviar la congestión de los senos
- Activar la producción de leche de forma natural
- Facilitar el drenaje gracias al masaje
- Tonificar y descongestionar sin químicos agresivos
Ideal para usar en masajes suaves circulares, especialmente cuando hay sensación de presión o dureza.
Perfecto para:
- Regenerar la piel del pezón cuando está agrietada o sensible
- Calmar molestias
- Hidratar profundamente sin afectar al bebé (¡no necesitas retirarlo antes de dar de lactar!)
Aplicar después de cada toma o cuando sientas la piel seca, tirante o inflamada.
Recuerda: la lactancia es natural, pero eso no significa que no requiera apoyo. Observar tu cuerpo, escuchar lo que necesita, y darle lo mejor desde el amor también es maternar.