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¿Cómo prevenir y atenuar la manchas en el embarazo?
¿Durante el embarazo notaste algunas manchitas nuevas en tu rostro? Este es el comunmente conocido “paño” que aparece a partir del cuarto mes del embarazo. Se conoce que aproximadamente el 70% de las mujeres desarrollan manchas llamadas cloasma o melasma gestacional, que se ven como manchitas de un tono más oscuro que el resto de tu piel. A continuación te explicamos qué es, cuáles son sus causas y cómo prevenirlo o tratarlo. Es una alteración de la pigmentación cutánea que afecta a mujeres embarazadas, sobre todo en el rostro. Como consecuencia de este aumento de la melanina, se originan manchas irregulares en la frente, mejillas y zona del labio superior. Es importante que sepas que aunque resultan antiestéticas, no suponen ningún problema de salud. La aparición del “paño de embarazo” no tiene una causa concreta. Sin embargo los doctores afirman que los cambios hormonales influyen decisivamente (predisposición genética, la excesiva exposición al sol y el aumento de la melanina). Antes durante y después del embarazo, es importante tener una rutina constante para el cuidado de tu piel. Lo mejor que puedes hacer es evitar la exposición al sol de manera directa y usar protector solar con un alto factor de protección. Otras medidas que puedes tomar es usar lentes de sol que cuenten con protección contra los rayos UV, y si lo consideras necesario un sombrero o gorro que cubra tu cara y cuello. Cómo se explica anteriormente, existe un riesgo en cuanto a la aparición de paño en el embarazo, por el aumento de la melanina. Pero no te preocupes, pues una buena fórmula te ayudará a ir atenuando las manchitas hasta desaparecerlas. Recuerda que en el cuidado de piel y sobretodo durante el embarazo es muy importante que tengas en cuenta que ingredientes contienen los productos que consumas o te apliques. En Mamita Linda hemos creado Glorioso, un gel muy ligero que ayuda a atenuar paño y a aclarar el tono de la piel. Contiene ingredientes 100% naturales como Baba de caracol (cruelty free), Limón y Aloe Vera. Aplícalo por las noches directo en las zonas con manchas y paño y notarás cambios increíbles. Te aconsejamos acudir a tu dermatólogo. Este profesional te indicará el tratamiento que necesitas según el tipo de mancha que tengas. Y no olvides seguir cuidando tu piel tanto en los meses de gestación como después del parto.
Aprende másMomento clave para tratar las estrías postparto
Imagina el esfuerzo que eso representa para este órgano, y si a esto le sumamos factores hormonales y deshidratación de la piel, al distenderse, las fibras cutáneas se rompen y aparecen cicatrices conocidas como estrías. Una vez que la piel se rompe, es muy difícil lograr que la cicatriz desaparezca, pero al tener un buen tratamiento y aplicarlo de forma oportuna puede ayudar a desvanecerlas casi al 100%. Es importante entender que las estrías no sólo aparecen cuando la piel se extiende, sino también al volver a su estado anterior. Por tanto, el postparto es un momento clave para tratarlas. Durante el postparto, el objetivo es reafirmar la piel y devolverle elasticidad. Generalmente nos concentramos en la hidratación exterior con cremas y aceites, pero pocas veces pensamos en la hidratación interna. Para lograrla puedes empezar por observar tu alimentación. Elige alimentos que te aporten antioxidantes para producir más colágeno, para que este se encargue de la elasticidad y firmeza de la piel. Asegúrate de incluir alimentos ricos en Vitamina A (frutas de colores, verduras, lácteos y carnes), vitamina C (cítricos, kiwis, fresas) y vitamina E (aceites vegetales, nueces, semillas). En general, debes concentrarte en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y ácidos grasos esenciales. También es importante beber suficiente agua, de 2 a 3 litros al día. Seguramente has visto la enorme cantidad de productos que existen en el mercado para el tratamiento de las estrías, para la hidratación y la firmeza de la piel. Las recomendaciones más comunes son masajes, aceites y cremas para mantener la piel hidratada. Sin embargo pocas veces nos detenemos a analizar cuidadosamente los componentes de cada producto para asegurarnos de qué es lo que nos estamos poniendo y sobretodo los efectos que pueden tener No olvides que los pechos también merecen un cuidado especial en el postparto, ya que al producir leche aumentan muchísimo de tamaño y es cuando aparecen nuevas estrías. Generalmente nos concentramos en la piel de la pancita y nos olvidamos de cuidar otras partes del cuerpo. Hay dos etapas claves para tratar el tema de estrías. Aunque la hidratación de todo el cuerpo debe ser una constante en nuestra rutina de cuidados hay dos momentos en donde debes prestarle mayor atención. Desde que te enteras que estás embarazada sabes que tu cuerpo presentará cambios, por lo que prepararlo es lo mejor que puedes hacer. Uno de los cambios más importantes es el aumento de tamaño en distintas zonas (principalmente vientre y senos), la distención de la piel. Por lo que hidratarla interna y externamente es clave para tratar de evitar que aparezcan nuevas cicatrices. El otro momento que no puedes dejar pasar para tratar las estrías, es el postparto. A pesar de la hidratación que le diste a tu cuerpo durante tu embarazo, es inevitable la aparición de algunas estrías. Pero tranquila, todavía puedes tratarlas y darle elasticidad a tu piel. Recuerda que lo más importante de tratar esta y cualquier otro tipo de cicatriz, es intentar verlas con amor, aceptarlas y valorar que es una marca de algún logro que tu cuerpo te permitió alcanzar. En este caso son parte de tu etapa como creadora de vida, si por algo no puedes desaparecer al 100% de tu cuerpo aprender a amarte con todo y ellas y verlas como un hermoso recuerdo de haber tenido la oportunidad de ser mamá.
Aprende másLactancia & Menstruación
Sabemos que el cuerpo de la mujer se regula por un equilibrio hormonal. La hormona prolactina, (la que provoca la secreción inicial de la leche), es también la que se produce tras el parto e inhibe la ovulación, así como el descenso de estrógenos y progesterona. Además, la prolactina también inhibe la liberación de otras hormonas, como pueden ser las hormonas sexuales conocidas como progesterona y estrógenos. Por lo que, la sexualidad femenina en la lactancia puede verse afectada, lo más normal es que la menstruación no aparezca durante la lactancia, pero dependerá de cada cuerpo. La regla puede aparecer en una mujer que no ha lactado a las pocas semanas, mientras que en una que esté dando el pecho puede hacerlo después un largo tiempo. Todo dependerá del cuerpo y hormonas de cada mujer. Al igual que no hay riesgo para la salud materna con la amenorrea (ausencia del período), siempre y cuando tengas un chequeo constante con tu médico. Y recuerda que si lo que quieres es evitar un embarazo, es recomendable utilizar métodos anticonceptivos, tengas o no período menstrual. Para muchas personas la lactancia materna se considera como anticonceptivo, siempre y cuando se cumpla con esto: La lactancia materna es exclusiva (no dar agua o infusiones). El bebé no pasa más de 6 horas sin lactar por la noche y no más de 4 horas de día. El bebé tiene menos de seis meses. No utiliza chupón. No has tenido período menstrual desde que pasó el puerperio (período desde el final del parto hasta la aparición de la primera menstruación). *Siempre consulta con tu médico las mejores opciones anticonceptivas para ti. Algunas personas dicen que mientras estás en tu regla la leche materna desaparece, pero eso es falso. Las hormonas que provocan el periodo no frenan la producción de leche. Lo que sí puede ocurrir es que la leche cambie un poco su sabor, pero no afecta en nada al bebé. IMPORTANTE TOMAR EN CUENTA: No todas las hemorragias vaginales son menstruación, y es probable que los primeros sangrados sean anovulatorios (no hay expulsión del óvulo por parte de los ovarios). La intensidad de la lactancia y el tiempo posparto afecta la menstruación. A medida que los estrógenos y la progesterona aumentan, también será normal la sensibilidad de los pezones. Esta molestia puede tenerse hasta el inicio de la menstruación, por eso es importante tener mayores cuidados y productos que se vuelvan tus aliados para que nos ayuden a controlar cualquier molestia. ¡Indispensables para una lactancia plena! Mientras más nos preparemos para la lactancia, más la podremos disfrutar.
Aprende más¿Preeclampsia? ¡Una GRAN complicación en el embarazo!
¿Sabías que la preeclampsia afecta del 3 al 7% de las mujeres embarazadas? La preeclampsia es un padecimiento que se produce cuando una mujer tiene presión arterial alta y exceso de proteínas en la orina. Suele comenzar después de las 20 semanas de embarazo en una mujer con presión arterial normal y necesita severos cuidados porque puede ocasionar complicaciones serias, incluso mortales, para ti y para tú bebé. Sin embargo, los factores de riesgo son los siguientes: Nuliparidad Hipertensión crónica preexistente Trastornos vasculares Diabetes preexistente o gestacional Edad materna avanzada Antecedentes familiares de preeclampsia Malos resultados en embarazos previos Embarazo multifetal Obesidad Trastornos trombóticos La preeclampsia puede ser asintomática pero también puede causar algunos síntomas como: Problemas renales y hepáticos. Edemas en cara, manos y pies. Aumento de peso en un corto periodo de tiempo (1 o 2 días). Cefaleas intensas y persistentes. Náuseas o vómitos. Trombocitopenia. Dolor abdominal irradiado al lado derecho. Afectación en la visión y sensibilidad a la luz. Afectación pulmonar, sensación de falta de aire ¿Qué cuidados debes tener durante el embarazo? Es probable que debas tomar medicamentos para bajar tu presión arterial (sólo los que te indique tu doctor). No tomar vitaminas adicionales ni otros medicamentos sin consultar a tu médico primero. Medir tu presión arterial. Revisar tu orina en busca de proteína. Vigilar la cantidad de líquido que tomas. Cuidar tu peso. Observar qué tan seguido se mueve y patea tu bebé. Ultrasonidos para vigilar el tamaño y movimiento de tu bebé, y la cantidad de líquido a su alrededor. Pruebas de sangre y orina. Los síntomas de preeclampsia casi siempre desaparecen dentro de las 6 semanas siguientes al parto. Sin embargo, la presión arterial alta algunas veces se complica en los primeros días después de dar a luz. Recuerda que todavía se está en riesgo hasta 6 semanas después del parto, esta preeclampsia posparto implica un riesgo mayor de muerte. Es importante que estés al pendiente de ti y en constante comunicación con tu doctor. Nuestro organismo posee tres tipos de circulación, a saber, arterial, venosa y linfática. La mala circulación está asociada a la presión arterial alta la cual puede causar calambres, varices, piernas hinchadas. Mantén una buena alimentación, realiza ejercicio y sobre todo… ¡Aligera tu proceso con nuestros productos! ¡Recuerda que además de cuidar de tu bebé debes cuidarte a ti misma!
Aprende más¿Cambios de humor en tu embarazo?
El embarazo es una etapa con muchos cambios para la mujer, desde fisiológicos, corporales, y hasta psicológicos. Los altos niveles de estrógenos y progesterona, acompañados por el incremento de hormonas propias de la gestación, desencadenan desequilibrios hormonales. Pero, ¿Qué son las hormonas y cuántos tipos de hormonas existen? Las hormonas son sustancias químicas elaboradas por las glándulas de nuestro cuerpo. Circulan por la sangre y controlan las funciones de otros órganos. Comunican a las células de nuestro cuerpo qué deben hacer en determinados momentos, según las necesidades del organismo. En el embarazo las hormonas juegan un papel muy importante. Desde el ciclo menstrual hasta la lactancia, pasando por la gestación y el parto, hay hormonas trabajando para que tu cuerpo esté en las mejores condiciones y pueda llevar a cabo su propósito. Si te preguntas cuáles son exactamente las que intervienen y con qué funciones, especialmente antes de la gestación, aquí tienes un listado de las más importantes: Gonadotropina coriónica humana: Se encarga de suprimir la menstruación, evitar que se desintegre el cuerpo lúteo del ovario y producir progesterona. La gonadotropina se encuentra en la sangre y en la orina y, de hecho, cuando se realiza un test de embarazo a través de la orina es la presencia de esta hormona la que identifica que el resultado es positivo. Estrógeno: Grupo de hormonas cuya responsabilidad es desarrollar las características del sexo femenino. Favorecen el crecimiento de folículos. Progesterona: Ayuda a que la implantación embrionaria sea un éxito ya que acondiciona el endometrio. Testosterona: Regula la libido y el deseo sexual; en los días previos a la ovulación, los niveles de esta hormona se elevan. Hormonas tiroideas: Trabajan de forma muy estrecha con la progesterona y los estrógenos para que los ovarios funcionen con normalidad y los óvulos maduren a su debido tiempo. Si las hormonas tiroideas no están en equilibrio pueden causar problemas de fertilidad como el hipertiroidismo y el hipotiroidismo, según el exceso o falta de esta hormona. Lactógeno de la placenta humana: También conocida como somatomamotropina coriónica humana, es producida por la placenta. Proporciona nutrición al feto y estimula las glándulas mamarias como anticipación a la lactancia. Durante las últimas fases del embarazo, una hormona llamada relaxina prepara el cuerpo para el parto. Esta relaja los ligamentos y otras articulaciones de la zona pélvica, para que la pelvis pueda expandirse durante el parto. La relaxina también ablanda el cuello del útero. A lo largo de tu embarazo, sentirás muchos cambios provocados por las hormonas. Dedica el tiempo para conocer, aceptar y querer tu cuerpo y mente. Rodéate de personas que te apoyen y recuerda tener un constante monitoreo con tu doctor. Y no olvides que como mujeres somos testigos de algunos de estos cambios incluso sin estar embarazadas, sino que hay otras fases que también se suelen dar, como la menopausia, los ciclos menstruales de cada mes, una vida poco activa, una mala alimentación y el estrés. Una buena alimentación, hidratación, ejercicio y salud mental te ayudarán a mantener un equilibrio en tu vida diaria. ¡Cuida de ti misma! Conoce nuestros productos de Mommy Rescue Pack, nuestro kit de aromaterapia ideal para combatir los achaques del embarazo.
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